He venido a subir tus escaleras de llano
a descubrirme en tu rigor de colores apagados
a llamar a tus mil puertas que no responden
a ondearme en tu abismo y tu sorpresa
de ciudad cuajada por siglos secos
he murmurado de amor por tus esquinas
enlazado a una belleza convulsa y suave
que me retenía
y era mía en escamas
con su llave sexual y clara
con su labia de carne callada
culebreo en ti como un reto y
que deponga tu laberinto su hermosura
que no decaiga la curva de tus tejados
cuenca
de ti soy ebrio voluntario
espejismo de puñal
no lo olvides
Suscribirse a:
Entradas (Atom)