viernes, 14 de diciembre de 2007

SE DESPEREZA

Se despereza el miedo cuando ruge
la mundanidad del despertador
y tanto humano hormiguea abocado
a engranar la economía toda hecha
de panes sabrosos de sudor

Todos compartimos en este circo
solidaridad ante la tragedia
de que la vida transcurre únicamente
en la abotargada placidez
de los espectadores

La vida está en otra parte, dice el poeta
Pero también debería sentirlo el equilibrista
del rascacielos que trabaja sin red
o el payaso oficinista, o el elefante
mudo que se encarga de la limpieza

Acaso sea esto sólo la fúnebre visión
del estudiante que no enarbola ocupación
más allá de sus sesudas masturbaciones
en la ética y la estética del desempleo

Pero si no lo fuera, y todos
corriéramos como peces en tubería
como olas sin destino, entonces
¿qué sentido hemos otorgado a
nuestros deseos más infantiles?