Tu mirada como una sonda me aterciopela
la conciencia ese juguete atascado
que todos olvidamos en un paso
definitivo a la edad adulta, cuando
descubrimos que nada importa, se mueren
cada día sustentando este apogeo
en la cuna perfumada del primer mundo yo
olvido el dolor ajeno que me acorrala
con el simple gesto de desnudar tus pupilas
Basta mirarte, amarte, contarte
el paso de cada poeta por el alcohol y el quirófano
mis gestos de torero en el día fácil
En ti puedo olvidar todo el dolor del presente
ése es tu poder más valioso
y también el más nocivo