Estás tan cerca
en mis ojos asaltados por la miopía
que no puedo no transigir a tu
manera de mirar
enroscándome en mí mismo
pausando el momento decisorio
de detener el segundo
para enfrentarse
tú sabes la inercia precisa
que dirige mi pupila a tus labios
el crescendo de la química
tú en el arpegio de tu rasgar
con las pestañas hasta el alma
haces más que derribarme