sábado, 28 de febrero de 2009

PAZ Y TRANQUILIDAD

No me engaño la realidad
es un perro con mordaza
acechando entre el diseño
de las líneas de prensa.

En la mazmorra de la calle
donde sólo se dejan ver
sus faldas de anonimato,
malviven como mendigos
el tedio y la ignorancia.

Un sudoku de intereses
desordenados
transfiguran la justicia,
esa prestigiosa prostituta,
esa ficción de lucha de clases
donde sólo guerrean los papeles
desforestando el otoño.

La intemperie es nuestra ventana;
mientras el eje catódico
centrifuga los hígados,
los balones reglamentarios
y las campañas de marketing
de la funesta realidad,
ese perro con mordaza
de bendición somnífera.