lunes, 19 de mayo de 2008

TOLEDO

He venido a lamer tu tripa milenaria
a gastarte con mis dedos y mi aliento
yo que soy de todo punto perecedero
en carne, pecado y omisión de pecado
inútil hasta la última médula
he venido a espolear mi cansancio
de pupilo mortal rehén de nubes
he venido a tragarme tu peste y tu lumbre
tu gastronomía con sabor a siglo
o el paso lento de tu luz de papiro

He venido enamorado y tenue
a enrojecerme en tus pupilas
y todas las paredes gritaban auxilio
y la noche aun sin llegar amenazaba
con lloverte hasta empapar los candiles
pero en ti la noche es un rubor amarillo
y yo aligeré mi paso cafeínico
y mi prosa
para escaparme de tus versos